En numerosas poblaciones españolas unas decenas de jóvenes patriotas se están dedicando con cierta periodicidad a quemar banderas marroquíes y fotos del Sultán de Marruecos. Una acción que parece que cada vez atrae a más jóvenes y que va convirtiéndose en moda.
Marruecos nos mete droga, nos invade con su población con el apoyo de los partidos, de los sindicatos cipayos, de cientos de asociaciones proinmigrantes e incluso también de la jerarquía de la Iglesia “española”. Entidades a las que alimenta con cientos de miles de euros provenientes del narcotráfico, pues son claras la relaciones directas del Estado marroquí con esta inmoral pero lucrosa actividad, dinero que invierte en su plan de expansión con la complicidad de los traidores de siempre, los que odian a nuestro Pueblo y a la Patria.
Marruecos maneja un gran lobby en el Estado español que no solo mueve despachos de abogados bien regados con dinero, sino que además invierte en políticos y jueces, en empresas y en partidos políticos de toda Europa, a los que les solicita también colaboración contra España.
El tradicionalismo patriótico y el Carlismo como vanguardia legítima de nuestro pueblo, tendrá que poner entre sus objetivos la lucha directa contra dichos planes, contra la miserable nación mora y contra los cipayos colaboracionistas.
Apoyemos a los cientos de jóvenes que han empezado a quemar banderas de marruecos en diferentes pueblos y ciudades de España.