El supuesto “Cardenal, “Omella” (no confundir con el califato de los Omeya /Omella que tanto odiaron a los Cristianos en el pasado), que practica su rabia incontenida contra todo lo que suene a Tradición en la Iglesia, se ha visto envuelto estos días, en una polémica que sacude su cargo tan ganado a costa de chivatearse de los buenos sacerdotes y de traicionar tantas veces el mensaje de N. S. J. C.
Resulta que dicho Cardenal conciliar, supuestamente, sabia de ciertos abusos cometidos por sacerdotes ahora denunciados en diferentes medios por sus practicas pederastas contra niños y de sacerdotes de ciertas tendencias sexuales.
Omella, ha trabajado durante años para promover a determinados elementos sospechosos de no ser católicos y mientras tanto ha estado persiguiendo a sacerdotes que eran fieles a su ministerio, a expulsado de sus parroquias a sacerdotes catalanes que han defendido nuestra integridad territorial, o que simplemente han denunciado la corrupción de nuestra sociedad.
A día de hoy, toda su red de sacerdotes amigos, algunos pederastas, que durante largos años ha protegido, se han visto denunciados públicamente, hundiéndose todo su prestigio ganado a costa de combatir a los cristianos que han sido fieles al mensaje de N.S.J.C.
Omella, amigo del buen comer, de gastos superfluos y lujos innecesarios ha presumido siempre de sus amistad con la Casta Política ya fuera abortista, separatista o anti cristiana. Omella ha vendido iglesias, ha censurado encuentros religiosos, a suspendido a Divinis a Sacerdotes por negarse a que se vendieran iglesias para hacer negocio, a prohibido misas por requetés caídos, etc., etc. Omella, ha colocado a sus amigos proge-abortistas, incluso a ateos declarados, en todo tipo de instituciones de la estructura de la Iglesia. como cadenas de televisión y radios, en CARITAS, en seminarios etc., ha permitido que monjas y supuestos sacerdotes separatistas, progres y proabortistas hayan predicado sus mensajes por toda Catalunya impunemente, mientras condenaba a los buenos sacerdotes al ostracismo e incluso a la persecución. No contento con todo estos a tejido todo un entramado de colaboradores y amigos pues se trata de repartir buenos sueldos para comprarlo y controlarlo todo.
Los Carlistas somos católicos pero no clericales. Estamos hartos ya de tanto ocupa que hay en la iglesia.
A final todos caen, pues la corrupción se puede silenciar un tiempo pero no siempre. Al final a cada cerdo le llega su San Martín. Desde la revista LO TRABUCAIRE y desde todo el ámbito de la Tradición solicitamos su expulsión con la perdida de todos sus privilegios, así como de los pederastas que durante tanto tiempo ha encubierto y exigimos que se haga limpieza total en Obispados, seminarios y parroquias.
Nos estamos planteando llevar a cabo toda una serie de acciones de las que ya os iremos informando.
“VOLEM BISBES CATÒLICHS”
OMELLA I DEMÉS CHUSMA, FORA DE LES NOSTRES ESGLÉSIES, FOTEU AL CAMP.
“VISCA LA TRADICIÓ“